La Amazonía: una invitación apasionante para vivir desde la intercongregacionalidad
H. Miroslava Santillán, IBVM
Puerto Maldonado - Perú
Inicio esta reflexión haciendo memoria histórica y creyente; pasando por el corazón las idas y venidas de cómo surgió la comunidad intercongregacional de Puerto Maldonado.
El equipo de la Red Kawsay de la Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú - CRP CONFER, el 2016 en su afán de trabajar en la prevención de la lucha contra la trata de personas en la zona minera de Puerto Maldonado, realizaron varias experiencias y visitas a la zona de la Pampa, muchas congregaciones estuvieron interesadas en formar parte de esta experiencia intercongregacional porque «La lucha contra la trata de personas» estaba dentro de las prioridades de varias congregaciones religiosas.
La presidenta de la Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú - CRP CONFER, Hna. Gloria Patiño FMA, acogió la iniciativa de la Red Kawsay e invitó a las provinciales de las congregaciones para participar en reuniones de reflexión y discernimiento. Después de algunos meses tuvimos una reunión con monseñor David Martínez de Aguirre, OP, Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, donde se le manifestó el deseo de trabajar en la prevención y lucha contra de la trata y él nos fue mostrando la complejidad y el peligro de trabajar en una zona de minería ilegal, delictiva y en ausencia de la presencia del Estado. Ante esa situación compleja de abordar directamente esa situación, él pidió una comunidad que pudiese apoyar en la pastoral con migrantes que vienen de la sierra de Cuzco, Puno y con las comunidades nativas.
Ante esa propuesta, varias de las congregaciones salieron del grupo y quedamos 11 hermanas, que queríamos trabajar en la Amazonía, algunas contaban con personal para formar parte de la comunidad y otras estaban dispuestas a apoyar económicamente para sostener los gastos de dicha comunidad. La propuesta se planteó después de diálogos y discernimientos se preparó para presentar a la Asamblea de Superiores Mayores - SSMM en donde se aprobó que y las congregaciones se comprometieran con un aporte anual para la sostenibilidad interna de la comunidad.
En la celebración Eucaristía por los 50 años de CRP CONFER se presentó el grupo de 3 hermanas que integrarían la nueva comunidad intercongregacional en la Amazonia – Hna. Alicia Mamani Ccori, SSCC, Hna. Manuela Vásquez, RMM y Hna. Úrsula Mijak, SFB. Ellas iniciaron su itinerancia en la Amazonía en febrero del 2020.
La Hna. Miroslava Santillán, IBVM Llegó a formar parte de la comunidad intercongregacional para apoyar la gran crisis por pandemia de COVID19 en junio del 2020, como enfermera de profesión respondiendo al llamado que en ese momento estaban solicitando personal de salud; unos meses después llegó Dina Quispe de la Congregación de la Divina Providencia, enfermera también, así la comunidad se vio fortalecida para responder en el contexto de las necesidades sanitarias.
Esta experiencia marcó para mí un antes y un después. Al principio por las necesidades de salud me sentí en mi mundo conocido, pero me enfrenté a una cultura totalmente diferente, concepción de la salud y la enfermedad, la medicina ancestral, la madre naturaleza y sus poderes curativos y así en muchos aspectos, vi cómo mis conocimientos, concepciones, experiencia de Dios, paradigmas que tenía hasta entonces ya no encajaban en esta nueva realidad.
A eso se sumó la vivencia en la propia comunidad: carismas y espiritualidades diferentes…me vi cara a cara con «algo distinto».
¿Qué hizo posible la convivencia en la diversidad? La misión, la convicción de sabernos en el territorio de Dios, su gente y su hábitat. Fuimos aprendiendo juntas a remar en la diversidad y con la diversidad. ¿Qué hizo posible entrar en contacto con hermanos y hermanas de otras etnias y empezar a gustar de la Amazonía? Escuchar los saberes ancestrales de las personas, ir al ritmo de la Amazonía (la vida pausada), experimentar la vulnerabilidad, reconocer que no estamos allí para salvar nada, aprender que hay otras maneras de ser y estar, vivir desde la gratuidad y la sencillez.
Ha habido momentos que la comunidad y sus congregaciones se cuestionan su permanencia, hay incertidumbre, no sabemos si podemos contar con nuevas hermanas. Sabemos que la permanencia de la comunidad pasa por la disponibilidad de las congregaciones para liberar a sus miembros para esta misión de itinerancia e intercongregacionalidad. Creo que como Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú necesitamos seguir el discernimiento con las provinciales, encontrar formas para sostener y acompañar a la comunidad, hacer nuestra esta misión como una opción, haya o no haya un miembro de nuestra congregación allí.
Sabemos que la Amazonía es una preferencia apostólica, deseamos seguir bregando juntas y juntos, queremos seguir haciendo opción por esta misión de frontera. El modo de dar respuesta a este llamado que es la intercongregacionalidad, la itinerancia, el remar mar adentro a otras orillas apostólicas en opción concreta por la Amazonia.