Al Ritmo del Espíritu - Boletín No. 3 - Abril/Mayo
Es el Espíritu quien configura el rostro de la Iglesia y el tejido relacional que hace posible la comunión. A su ritmo, Dios se abre paso por la historia. La mirada consciente nos permite reconocer que la historia, también la de cada uno de nosotros, está habitada por el Espíritu, que, entre claroscuros, Él se abre paso para revelarnos la esencia de Dios, para contagiarnos de fortaleza, revestirnos de paz, lanzarnos con osadía y animarnos a la más radical profecía: la de ser hermanos.